miércoles, 11 de junio de 2014

UN SUEÑO HECHO REALIDAD

Analizar y evaluar de dónde salen los extraordinarios resultados de Nairo Quintana no es difícil. Su biotipo (óptima relación masa muscular, peso graso), sus proporciones biomecánicas que le dan ventajas para encarar rítmicamente las subidas, su alta relación potencia (VO2 máximo o consumo máximo de oxígeno en Kg/peso/minuto)/peso, su proporción elevada de fibras musculares de contracción lenta (aeróbicas que dan gran resistencia), etc.  Pero hay un componente neurofisiológico que es determinante en el momento crucial y que convierte, a pesar de los obstáculos, a Nairo Quintana en un guerrero invencible, que no le permite decaer ni desconcentrarse en ningún momento como acontecía con el mítico Ulises, (en la Ilíada y la Odisea), quien nunca se dio por vencido, a pesar de los escollos, y alcanzó sus objetivos.

Los investigadores lo llaman el ‘Factor Ulises’ (FU), algo así como los cinco centavos que hacen falta para llegar al peso. El FU tan alto lo vuelve sereno, le ayuda a tomar decisiones competitivas apropiadas (en el momento justo), ejerce una conexión directa mente-cuerpo con gran dominio de cada segmento corporal en juego, influye notoriamente en una gran economía de carrera aportando ventajas definitivas. Le da total seguridad, incrementa su autoestima y le brinda la capacidad de batallar de tú a tú con los mejores del mundo sin sentirse menos jamás.

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